miércoles, 29 de enero de 2014

BLUFS: E.T. EL VIDEOJUEGO



Según el diccionario de la real academia de la lengua, bluf es lo siguiente:

bluf.
1. m. Montaje propagandístico que, una vez organizado, se revela falso.

2. m. Persona o cosa revestida de un prestigio que posteriormente se revela falto de fundamento.

En los videojuegos tambien pasa, sobretodo cuando en este caso una franquicia o un nombre que esta en lo más alto (de la industria del cine, deportista, etc) normalmente en un videojuego ocurre todo lo contrario, este es el caso de uno de ellos, os hablo de E.T. para Atari 2600...



E.T. the Extra-Terrestrial es un videojuego desarrollado por Howard Scott Warshaw basado en la película del mismo nombre y publicado por Atari para la videoconsola Atari 2600 en 1982. Salvo algunas excepciones, la mayoría de los críticos lo consideraron un producto pobre y apresuradamente acabado que Atari trató de vender basándose sólo en la fidelidad de marca a los nombres de Atari y E.T.

El juego no funcionó bien comercialmente y le costó a Atari millones de dólares. E.T. está considerado por muchos el toque de difuntos de Atari y popularmente se habla de él como uno de los peores videojuegos jamás realizados y el mayor fracaso comercial en la industria del videojuego.

Tras el gran éxito de la película E.T.: El extraterrestre Steve Ross, CEO de la compañía madre de Atari, Warner Communications, entabló conversaciones con Steven Spielberg y Universal Pictures para obtener los derechos necesarios para producir un videojuego basado en la película. A finales de julio, Warner anunció que había adquirido los derechos mundiales en exclusiva para el mercado de los juegos de recreativas y videoconsolas basados en E.T.: El extraterrestre. Aunque los detalles exactos de la transacción no se hicieron públicos en el anuncio, se dijo que Atari había pagado de 20 a 25 millones de dólares por los derechos—Una cifra enorme para la época. Cuando Ross le preguntó a Ray Kassar, CEO de Atari, qué pensaba acerca de hacer un juego basado en E.T., éste replicó “Creo que es una idea estúpida. Nunca hemos hecho un juego de acción a partir de una película” Sin embargo, la decisión no dependía de Kassar, y el plan continuó adelante.

La tarea de diseñar y programar el juego fue ofrecida a Howard Scott Warshaw a petición de Spielberg, satisfecho con su trabajo anterior en la adaptación de la película Raiders of the Lost Ark. A causa de las prolongadas negociaciones para asegurar la concesión de la licencia para realizar el videojuego sólo quedaban cinco semanas para el 1 de septiembre, la fecha de entrega necesaria para poder vender en la campaña de Navidad. Como comparación Yars' Revenge se desarrolló en de cuatro a cinco meses y Raiders of the Lost Ark en de seis a siete meses. También se pensó en realizar un juego para recreativas, pero se consideró que era imposible cumplir esa fecha de entrega. Warshaw aceptó el encargo y se cree que se le ofrecieron 200 000$ y unas vacaciones con todos los gastos pagados en Hawaii en compensación.

La idea era hacer de E.T. un juego de estilo Pac-Man, pero Warshaw la rechazó para intentar algo más original. Warshaw trató de construir un juego más basado en la historia para intentar capturar algo de las emociones de la película original, pero finalmente acabó desechando algunas de sus ideas debido a la cercanía de la fecha de entrega. El diseño básico se completó en dos días, al final de los cuales Warshaw presentó la idea a Kassar antes de proceder a pasar las cinco semanas restantes escribiendo, depurando y documentando los 6.5Kb de código original.

A pesar de lo apresurado de su desarrollo, Atari pronosticó unas ventas muy buenas basándose en la popularidad de la película y en el crecimiento que la industria estaba experimentando en 1982. Para cuando el juego se completó quedaba tan poco tiempo que Atari prescindió de realizar pruebas de acogida. Emanual Gerard, alto cargo de Warner de la época, sugirió más tarde que la compañía se dejó llevar por un falso sentido de seguridad alimentado por el éxito de previos lanzamientos, especialmente de su versión casera de Pac-Man, que se vendió extremadamente bien a pesar de las pobres críticas recibidas.

Aunque el juego se vendió bien (es el octavo cartucho más vendido de Atari de todos los tiempos), sólo se vendieron 1.5 millones de los 4 que se fabricaron. A este respecto se dice falsamente que Atari produjo más cartuchos de E.T. que consolas 2600; sin embargo se produjeron 12 millones de copias de Pac-Man en un tiempo en el que investigaciones de Atari mostraban que había un parqué de 10 millones de consolas y, por tanto, de clientes potenciales. A pesar de las razonables cifras de venta la cantidad de producto que no se vendieron junto al gran desembolso por la licencia de la película hizo que el título fuese un gran fracaso comercial para Atari.

Este juego fue uno de los factores que llevaron a la bancarrota de Atari, que registró unas pérdidas de 536 millones de dólares en 1983 y causó su división y venta en 1984.



En septiembre de 1983, el Alamogordo Daily News de Alamogordo, Nuevo México informó en una serie de artículos que entre diez y veinte camiones cargados de cartuchos de Atari del almacén de El Paso fueron enterrados en el vertedero de la ciudad. El vertedero fue escogido porque no se permitía rebuscar en él y la basura era triturada y enterrada por la noche. Atari dijo que la razón de que lo enterrasen fue que iban a cambiar de juegos de 2600 a juegos 5200 debido al exceso de mercado negro, pero esto fue puesto en entredicho más tarde por un trabajador que dijo que no era así. El trabajador de atari, Bruce Enten declaró que estaban enviando cartuchos rotos y devoluciones y Alamogordo y que era porque eran “inoperativos”.

El 29 de septiembre de 1983 se extendió una capa de hormigón sobre el material triturado, algo poco común en los materiales de desecho. Un trabajador anónimo dijo que esto obedecía a que: “Hay animales muertos ahí abajo. No querríamos que un niño resultase dañado escarbando allí”.

El 18 de septiembre de 1983, el The New York Times informó del vertedero de Atari en Nuevo México. Un representante de Atari confirmó la historia y dijo que el inventario descartado provenía de la planta de Atari en El Paso, que iba a ser cerrada para convertirla en un centro de reciclaje. El artículo del Times no sugería el nombre de ningún título en concreto, pero más tarde se ha asociado la historia del vertedero con el fracaso de E.T. Además, el titular “City to Atari: 'E.T.' trash go home” de una edición del Alamogordo News sugiere que los cartuchos eran de E.T. En consecuencia, se ha supuesto que muchas de las copias no vendidas de E.T. acabaron en este vertedero, aplastadas y cubiertas por hormigón.

Finalmente la ciudad empezó a protestar por la gran cantidad de vertidos de Atari, protestas a las que se sumó el comisario Guy Gallaway, que dijo, “No queremos ser un vertedero industrial de El Paso” El mánager local Jack Keating ordenó que se detuviese el vertido poco más tarde. Debido al vertido impopular de Atari, Alamogordo proclamó una Emergency Management Act (acta de manejo de emergencias) y creó la Emergency Management Task Force (fuerza de manejo de emergencias) para limitar la flexibilidad futura de los recolectores de basura para asegurar el vertido a empresas de fuera con fines monetarios. El alcalde Henry Pacelli comentó que “No queremos que nada como esto vuelva a ocurrir”.

La historia de los cartuchos enterrados pasó a ser una conocida leyenda urbana que ha llevado a alguna gente a creer que no es cierta. En 2004 el propio Warshaw expresó sus dudas de que se destruyeran millones de copias de E.T., apostando en cambio por que Atari hubiese reciclado las partes para ahorrar dinero.

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