REPORTAJE: STREET FIGHTER (Parte 1)

Erase una vez una de las sagas más carismáticas y influyentes de la historia de videojuegos, donde un japonés vagabundo se dedica a ir por todas las calles del mundo descalzo con su kimono destripado y una cinta en la cabeza repartiendo mamporros a todos los que se cruzan por su camino.

Pocas personas desconocen el significado de un “Hadoken” o el impronunciable “tatsu matsekusen sempu kyaku” también conocido como “tatsopuken”

Street Fighter ha marcado un antes y un después en los juegos de lucha 1vs1 pero sus inicios no fueron nada fáciles.

Street Fighter un comienzo sin pegada

En 1987 fue lanzado Street Fighter en los salones recreativos y sentó las bases de lo que debía ser un juego lucha uno contra uno.

El juego destacaba por su brillante apartado gráfico y varias innovaciones en su en su sistema de lucha, La idea de luchas mas pausadas, estudiar la técnica del rival, era una novedad en los arcades, pero a pesar de ello el juego pasó bastante desapercibido para los jugadores.

Capcom arriesgó mucho con su primer Street Fighter, y eso que fue lanzado, justo en la época dorada de los Beat’em up, -los yo contra el barrio-.Pero ¿por que Street Fighter es la saga de lucha estrella de la compañía japonesa Capcom?

Nace una leyenda

Lo cierto es que la fama del juego llegó con la segunda entrega. Street Figther II: The World Warrior, que fue lanzado en 1991, y en ese año se empezó a forjar la leyenda sin que Capcom lo supiera.

Fue un tremendo éxito, 8 personajes a elegir, 4 jefes finales, un final personalizado para cada uno de los personajes, y sobre todo, un control característico que, hasta el día de hoy se mantiene: seis botones, tres puños y tres patadas, con diferente intensidad y velocidad.

Cambió la manera en la que se debían concebir los juegos de lucha desde entonces, fue un golpe en la industria en cuanto a ventas, pero sobre todo, es el inicio del nacimiento de un mundo de personajes a los que Capcom ha usado durante años y al que una legión de fieles seguidores seguirá juego a juego.

El éxito del juego fue el saber aunar factores como una personalidad tremenda de todos sus personajes, unos gráficos y sonidos excelentes para la época, y una jugabilidad en la que con sus seis botones, requería de bastante práctica, sobre todo en las luchas contra un compañero, o en niveles de dificultad insufribles.

El género de lucha VS estaba en auge, y otras compañías se subieron al carro lanzando sus propios juegos. Fatal Fury, King of Figthers, Killer Instinct, Mortal Kombat entre otros muchos, fue la respuesta de las demás compañías a Street Figther, al que la compañía de Osaka solo supo responder con las citadas "secuelas" con pocas novedades.

Explotando a la gallina de huevos de oro

Capcom continuó el éxito de esta saga de una manera un tanto peculiar. Publicó nuevos Streets Fighters añadiendo pocas mejoras, algunos personajes nuevos y sí, algunos cambios en la jugabilidad, pero en el fondo seguían siendo Street Fighter 2 cambiando la coletilla final. Las conversiones a consolas domesticas fueron sistemáticas, y también algunas conversiones de dudosa procedencia.

Series anime, películas de animación, películas de cine y merchandising de todo tipo demostraban que Capcom había conseguido algo grande, y que el universo que creó fue y sigue siendo lo suficientemente rico.

Pero no es oro todo lo que reluce...